Los dulces son habituales en la dieta de muchos niños y esto trae consecuencias. Una de ellas es que necesitan más tratamientos dentales, pues incrementa el riesgo de tratamientos odontológicos, como la aparición de caries. La odontóloga Carolina Saavedra, de Clínica Dentalgold, explica las consecuencias del consumo de dulces en la etapa infantil.

¿Dónde reside el peligro de los dulces?

La boca tiene gérmenes llamados bacterias, las cuales forman la placa, que es una sustancia que se pega a la superficie de los dientes. Esta placa llena de gérmenes transforma el azúcar que comemos y lo convierte en ácidos. Los ácidos disuelven el esmalte de los dientes, provocando las caries.  La ingesta excesiva de este tipo de alimentos, sobre todo los carbohidratos refinados, es un factor que predispone a las caries, por lo que es necesario controlar la cantidad que los niños consuman. Además, es fundamental mantener una correcta higiene bucodental después de consumirlos. Por esta razón, es labor de los adultos estar pendientes de cuidar los dientes de los niños, ya sean de leche o los definitivos.

¿Cuáles son los dulces más dañinos para los niños?

De entre los más dañinos para los dientes están los blandos y pegajosos (especialmente entre los niños con tratamientos de ortodoncia),  pues se quedan fácilmente pegados a los brackets, provocando que las bacterias permanezcan por largo tiempo. Igualmente, los dulces duros son  peligrosos, tanto si se comen chupándose poco a poco, ya que se produce una larga exposición del diente al azúcar, como si se muerden, ya que pueden fracturar los frágiles dientes de los niños o destruir sus tapaduras.

¿Dónde se encuentran los azúcares refinados?

Recordemos que los azúcares procesados se encuentran en las golosinas, bebidas gaseosas no dietéticas y en el azúcar de mesa. Además, los azúcares refinados suministran calorías, pero carecen de vitaminas, minerales y fibra, pudiendo favorecer el aumento de peso. Sobre todo a partir de los seis años, los niños necesitan tratamientos dentales, pero hay que recordar que los hábitos saludables se deben desarrollar desde pequeños.

CONSEJOS PRÁCTICOS:

  • Evitar que los niños coman fuera de las comidas principales, es decir que estén “picoteando” todo el día, porque no siempre se podrán cepillar los dientes.
  • Lo ideal es que se laven los dientes inmediatamente después de comer, sobre todo si comen dulces, para eliminar el tiempo que la boca se demora en neutralizar los ácidos.
  • Evitar los dulces pegajosos y asegurarse que el niño se cepille los dientes para quitar los residuos que se le hayan pegado.

Por Carolina Méndez, The Mama Store
Fuente: Entrevista a Carolina Saavedra, Odontóloga Infantil

 

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